Cuando yo era niña existían poco más de 3 marcas de leche en el mercado. Cuenta mi madre que yo era bastante especial, tomaba más de 2 litros de leche de vaca por día y no quería otra que no fuera Parmalat. Era la marca más top de los 90, y mi madre, que velaba por su economía, trataba de engañarme poniéndome en el biberón las otras 4 opciones de leche que existían y no había caso. Solo quería Parmalat. ¿Os imagináis el problemón que hubiera tenido mi madre si yo hubiera nacido en el 2020?
Leche descremada, ligeramente descremada, entera, de vaca orgánica, con calcio, con hierro, con proteína, con y sin lactosa, de soja, almendras, barista.… el listado seguiría. En este lineal, por ejemplo, solo se ve 1 marca de leche vegetal.
La competencia es salvaje. No es que no seas bueno, es que otros también lo son.
Tu marca tiene menos de 5 segundos para captar y mantener la atención de las personas. En ese escenario, la única vía posible de marcar la diferencia es ser valiente e ir por lo distinto. Arriesgarse. Desafiar las fronteras de lo conocido, buscando nuevos territorios y apropiarse de ellos.
→ Ponerle de nombre VICIO a una cadena de restauración junk fast food cuando todos dentro de la categoría están adaptando su marca a un territorio más healthy. Fue arriesgado.
→ Hacer un frasco de perfume con forma de zapato. Fue arriesgado.
→ Quitar la etiqueta de una botella de vodka. Fue arriesgado.
→ Ponerse a toda la industria láctea en contra. Fue arriesgado. Responderles fue divertido y memorable.
Conectes más o menos con las propuestas arriesgadas, lo distinto sabe a no confortable y muchos tendemos a refugiarnos en la comodidad, en la sombra. Pero en este contexto hiperatomizado o “te acliMARCAS o te aclimueres”.
Crear una marca que impacta es incómodo.
Salir de la narrativa conveniente a la nueva narrativa, nos llevará a enfrentarnos con nuestras limitaciones, revisar nuestras percepciones preestablecidas y arraigadas. La idea aquí no es ser diferente por ser diferente, sino descubrir quién es tu marca para poder expresarla en un nuevo territorio. De forma clara, honesta, reconocible, coherente e inigualable.
Mientras todo lo que hagas esté alineado a tus valores y tu propósito sea tu faro. Prueba, juega, toma riesgos. Lucha por la indiferencia.
Pero recuerda: No eres lo que dices
“Eres lo que dicen de ti cuando no estás” — Jeff Bezos
Ya no basta solo decir. Una marca es una construcción continua porque constantemente tenemos que gestionar la brecha que existe entre lo que somos y lo que ven de nosotros. La única manera, de salir de la promesa es HACER. En ese sentido, toma riesgos que puedas SOSTENER cuando actúas. ¿Debemos luchar contra la indiferencia? Sí. Ser distinto importa, pero no a cualquier costo. Necesitamos explorar nuevas narrativas, pero estas tienen que ser claras, honestas, reconocibles y sobre todo coherentes.
¿Te resuena?
En sunamers acompañamos a las marcas a definir lo que son, a ponerlo en palabras y a construir un paso-a-paso para accionar. ¿Hablamos?
Escrito por: Mariana Melo García