La cuesta de enero se pasó más rápido de lo que pensamos y esos propósitos o intenciones que teníamos al principio aun no se pudieron activar del todo. Si habías pensado darle un giro a tu marca en el 2024, ésta es la señal que estabas esperando para activar.
¿Por qué hacer un rebranding en 2024?
Tu negocio evoluciona y crece. Tu marca también.
No te preocupes por tener que volver a invertir en un proyecto estratégico de marca. Preocúpate cuando no lo hagas.
Pero volvamos aclarar algo que nos inquieta: un rebranding no es rediseñar tu logo.
Una marca no es un logo.
Puedes conseguir un logo gratis en internet, incluso hacerlos con AI. Si estás haciendo un MVP es una opción muy válida. No dudaríamos en hacerlo.
Pero eso no es crear una marca. Eso es un dibujo para salir del paso.
Un proyecto de branding impacta en toda la compañía, remueve a todas las personas en la empresa. Y sobre todo es un proyecto a largo plazo.
Un logo sirve para salir del paso.
Una marca abre un nuevo camino.
Por eso es clave hacer tiempo para bucear. Podemos utilizar frameworks ágiles pero construir o repensar una marca no es un proceso ágil. Lleva tiempo, y sobretodo requiere implicación. No se puede construir una marca sin conocer la visión de la compañía, sin entender su cultura, y las motivaciones intrínsecas de su equipo. Cuanto más buceas, cuánto más tiempo haces para tener conversaciones profundas — y en algún caso incómodas — será más probable que logres definir y transformar la esencia de tu marca en un lenguaje único y poderoso.
En un proceso de rebranding deberías revisitar y definir al detalle “5Ps” esenciales.
¿Cuál puede ser el disparador para un rebranding?
- Te cuesta vender y diferenciarte de tus competidores.
- Tu marca es diferente de tu cultura.
- Tu empresa no crece. No genera engagement.
- Falta consistencia. Tienes un caos visual. Tu marca no es congruente.
- Tu marca es aburrida. No es atractiva.
- Necesitas por alguna razón mejorar la reputación de tu marca.
- Necesitas una plataforma sólida para escalar tu negocio.
- Sientes que no tienes una personalidad de marca clara.
- No tienes una historia que conecte más allá de tu producto.
- Algún competidor acaba de hacer un rebranding aportando una bocanada de aire fresco a la industria y te has quedado atrás.
- Estás frente a una nueva oportunidad. Venta, joint venture, ronda de inversión.
- Necesitas elevar el sentido de pertenencia del equipo.
- Necesitas hacer un go-to-market.
¿Cuál es el costo de no hacerlo ahora?
Podríamos escribir varios bullets. Pero con este nos parece suficiente: se considera que las marcas representan más de 1/3 del valor de las empresas.
¿Cómo medimos el éxito (ROI) de un buen rebranding?
Crear una marca es un trabajo a largo plazo, a corto plazo es difícil de medirlo en datos cuantitativos. Pero todos los proyectos que hemos hecho, los resultados cualitativos son visibles y casi inmediatos:
- Claridad
- Eficacia en la gestión
- Congruencia en la comunicación
- Aumento del sentido de pertenencia y compromiso
- Verbalizar y explicar lo que hace la empresa es mucho más fácil
“We create value and deliver joy when we make the people we serve feel like they matter. What better goal can we have for the work we have the privilege to do?”
― Bernadette Jiwa